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¿Estás esperando un cambio en tu vida, por ejemplo el final de la pandemia, el gran amor, la pareja ideal, la gran inspiración, las próximas vacaciones, el trabajo de tus sueños u otra cosa para hacerte sentir mejor? ¿Qué te parecería si pudieras conseguirlo inmediatamente sin todavía cambiar nada en tu vida? No te preocupes, esto no es un artículo sobre la autosugestión u otra invitación más a ver el mundo de color de rosa. Pero quizás estarás interesado en saber cómo tu cuerpo puede arreglar cosas para ti que de otra manera parecen depender de circunstancias externas o implican largos procesos de psicoterapia y coaching. 

Ya existe un sinfín de estudios científicos que demuestran que nuestro cuerpo y su bioquímica o sea las hormonas afecten la psique fundamentalmente. ¿Pero de verdad se pueden cambiar las emociones a través del cuerpo?

En los Estados Unidos ha llegado a conocerse el „Power Posing“ (traducción aproximada: posar con poder). Su objetivo  es generar emociones  de optimismo, éxito y confianza a través de expansivas posturas corporales – o sea posturas de triunfo – que se mantienen durante 2 minutos. Amy Cuddy se llama la psicóloga social que ha ganado popularidad por sus estudios de Power Posing en la Escuela de Negocios de Harvard. Sus estudios mostraron importantes cambios hormonales en los participantes después de solamente dos minutos de Power Posing. El nivel de cortisol (=la hormona del estrés) bajó importantemente mientras el nivel de testosterona (=la hormona del triunfo) subió. No sólo se sintieron los participantes más preparados para su entrevista de trabajo o para subir al escenario – el público les percibió como más presentes y más convincentes. 

También en el campo de arte dramático se utiliza la conexión entre cuerpo y las emociones. Y no me refiero a la exhibición de emociones sino a la activación de emociones auténticas en el actor a través de ciertas posturas corporales y tipos de movimiento.  

Pruébalo ahora mismo y contesta las siguientes dos preguntas utilizando A. y B.: 

Cómo te sientes en este momento? 

  1. Optimista, motivado/a, con buen ánimo
  2. Pesimista, regular, cansado/a, flojo/a

Comprueba tu postura corporal. Estás

  1. sentado/a recto/a, con la cabeza elevada y los brazos / piernas extendidos 
  2. con la espalda doblada, los hombros caen hacía delante, los codos cerca del cuerpo, la cabeza hacia abajo o apoyada con la mano

Adopta la postura corporal contraria y mantenla durante mínimo 2 minutos. Después de los 2 minutos, contesta la pregunta 1 de nuevo.  

…Fascinante, ¿no crees?

Ese cambio de emociones tan rápido también se consigue en las capas más profundas que dominan nuestro nivel de ánimo en el día a día. Si durante mucho tiempo llevamos una postura encorvada y prácticamente cerrada hacia el mundo exterior, esto tendrá su impacto en la forma en que nos sintamos en el mundo, dentro de nuestro entorno, incluso en nuestras vidas. Si conseguimos cambiar de postura de manera duradera, por ejemplo vía la transformación de nuestro tejido miofascial, si logramos convertir las adhesiones fasciales y el acortamiento muscular en un estado sano, indoloro y preparado para el movimiento, entonces tenemos la oportunidad de cambiar de perspectiva y generar más emociones positivas sin gran esfuerzo. Nuestra vida cambian a medida que el cuerpo vuelve a su forma óptima. 

© María Kafritsas 2021


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Nunca antes hemos pasado tanto tiempo en casa. Nunca antes hemos evitado visitar amigos y espacios públicos en este extremo. El Covid-19 ha cambiado nuestras vidas y, por desgracia, lo seguirá haciendo. Y las restricciones de movilidad impuestas por los gobiernos son sólo una pequeña parte de las molestias causadas.

A diferencia a otras enfermedades como la gripe común, aquellos que se infectaron por SARS-CoV-2 y se han recuperado de ello, a menudo siguen sufriendo los daños que el COVID-19 ha dejado en el cuerpo. Un número significativo de pacientes en recuperación experimenta un continuo dolor relacionado con la fascia y el movimiento doloroso restringido. (Sharkey 2021, p. 1)  Esto se debe a lo que llaman "long-COVID" o "síndrome post-COVID"  .

Más allá de la terapia manual, la ciencia sugiere intervenciones de movimiento centradas en la fascia para aliviar y manejar el síndrome post-COVID:

"Se ha demostrado que las intervenciones terapéuticas centradas en la Fascia reducen el dolor y apoyan el restablecimiento de la función, al tiempo que proporcionan una terapia no invasiva segura, eficaz y adecuada".1

¿Quién quiere, después de recuperarse con éxito del COVID-19 tener que vivir con sus secuelas?

Estudios han podido demostrar que sólo dos entrenamientos por semana son suficientes para reestructurar nuestro tejido miofascial dentro de 3 meses con resultados medibles. Los movimientos se vuelven más fluidos, el dolor desaparece, la conciencia corporal y el bienestar aumentan significativamente.

Fascia Flow® Yoga ofrece clases abiertas de 50 minutos online en diferentes idiomas cada semana. Ir a las clases abiertas

También existe la posibilidad de reservar citas para una clase individual. Ir al calendario de reservas

Si prefieres practicar a solas, nuestra oferta de vídeos pregrabados es la mejor manera de hacerlo. Ir a la oferta de vídeos

Al final, lo que todos deseamos es la calidad de vida que teníamos antes de que comenzara la pandemia.  Que triunfemos en recuperarla. 

Comentarios de personas que confían en nosotros:

“Las clases me encantan. Yo tengo el cuello muy mal. Pero gracias a las clases me encuentro cada vez mejor. Maravilloso.” - Pepi G. (de España)

“Los vídeos han sido un gran apoyo para mi recuperación. Los hago regularmente y he llegado a sentirme mejor ahora que antes del COVID.” – Bettina F. (de Alemania)

“El confinamiento fue muy malo. Gané 4 kg y me quedé totalmente oxidado. Hace unas semanas me animé y empecé a hacer los vídeos (qué diferencia) y ahora he reservado una clase individual con María. Me siento mejor cada día.” – Henry W. (de Australia)

“Los ejercicios son increíbles. Hago 2-3 de ellos cada día y me siento muy diferente a pesar del confinamiento y el trabajar desde casa.” – Konstantin G. (de Grecia)

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1 Sharkey J., Fascia Focused Manual Therapy Interventions – Proposed Treatment for Post-COVID Syndrome, Integrative Journal of Medical Sciences, 2021, Volume 8, 339


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¿También estás harto de ver sugerencias sobre los propósitos de Año Nuevo por todas partes en la red? ¿Sobre una alimentación saludable, más ejercicio, pérdida de peso, lo de siempre?

Básicamente, ¿no sabemos todos las cosas saludables a las que debemos acostumbrarnos, y los hábitos que deberíamos dejar mejor atrás...? Pero, ¿por qué nos resulta tan difícil salir de nuestra zona de confort, incluso cuando no nos sentimos tan cómodos en ella?

Criaturas rutinarias

La respuesta es que todo nuestro sistema mente-cuerpo está diseñado para ahorrar energía, y esto se hace más eficazmente manteniendo el status quo (por el momento), por lo que seguimos manteniendo nuestras rutinas y evitamos exponernos constantemente a cosas nuevas. Somos  -  biológicamente hablando - animales de costumbres. 

El papel del subconsciente

El subconsciente memoriza todo lo que nos conmueve, pero también lo que hemos repetido frecuentemente. Cuando luego se activa la memoria, reaccionamos automáticamente sin tener que tomar una nueva decisión. Subconscientemente. Por lo que se hace poco necesario prestar mucha atención en cómo cepillarse los dientes, cómo preparar el café por la mañana, cómo conducir un coche o montar en bicicleta. Así que las actividades cotidianas, después de numerosas repeticiones, apenas nos requieren un mínimo de atención. A diferencia de las nuevas acciones, especialmente cuando nos parecen algo exóticas o están asociadas con algún tipo de renuncia. Por ejemplo, si hemos estado comiendo carne durante años y un día decidimos ser vegetarianos o veganos. O si queremos acostumbrarnos a vivir sin nuestra querida cerveza o los dulces. O si queremos  levantarnos una hora antes por la mañana para meditar o hacer ejercicio. Cualquier cosa que nos quite algo familiar estresará a nuestro subconsciente. Es como si tocara la alarma por la nueva situación excepcional.

El papel de la vida cotidiana

Y tan pronto como los desafíos habituales del día-a-día aparecen, con la presión, los plazos, el tener que funcionar, … los nuevos hábitos se abandonan por el camino… ¿A quién le gusta atormentarse voluntariamente, si ya tiene suficiente con la vida cotidiana?

La llave

Para adoptar un nuevo hábito sin atormentarte a ti mismo, sólo hay una manera: Empezar a sentirte bien ya. -  ¡Pero si es lo que quiero conseguir! - Lo sé. Solo que: Tu subconsciente hará todo lo posible para desbaratar tus planes. Si, por el contrario, puedes calmarlo con el mensaje de que todo está bien ya, tienes una oportunidad real de adoptar tus nuevos hábitos con facilidad.

¿Y cómo lo hago?

Toma una hoja de papel y escribe una lista de todas las cosas que te hacen sentir bien - escuchar música bonita, bailar, tomar un baño caliente, practicar el Fascia Flow Yoga, dedicarte a un hobby, lo que sea que te quite el estrés. Haz cualquiera de estas cosas tan a menudo como sea posible, pero al menos una vez al  día.

La ventaja del Fascia Flow Yoga

El Fascia Flow Yoga tiene la ventaja sobre otros estilos de yoga de ahorrarte la posible frustración, especialmente porque no está orientado hacia el cumplimiento de una forma complicada, sino que está basado en una técnica especial que enseña al cuerpo a completar ejercicios de estiramiento tonificantes mientras se mantiene un estado de relajación. Con el resultado de que el bienestar personal va creciendo con cada ejercicio. Una práctica espectacular para resetear el subconsciente. El nivel de bienestar logrado en 1 hora de Fascia Flow Yoga dura 1-3 días. Sobre esta base, se vuelve fácil adaptar nuevos hábitos para un estilo de vida más saludable. La meta es el camino.


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Movimiento es vida – ya lo sabemos. Pero muchos entienden que hablamos de la calidad de vida, cuando de hecho hablamos de su duración. 

La persona occidental típica pasa entre un 50 y un 70 % del día sentada. Trabajando en la oficina, comiendo en la mesa, conduciendo, viendo la televisión o tomando café o una copa con un amigo. En los medios de transporte públicos se observa una mayoría de gente absorta en sus móviles – con las cabezas inclinadas hacia abajo. Esta tendencia se nota ya con los adolescentes. Pero: Lo que empieza como pasatiempo inocente en efecto puede acarrear graves consecuencias.

En inglés existe un nombre para el fenómeno: el „Hunched Over Laptop Syndrome“, corto: HOLS (literalmente: síndrome de persona inclinada sobre el laptop). Entre los síntomas de corto plazo se encuentran: frecuentes dolores de cabeza, hormigueo, visión borrosa, náusea y debilidad muscular. Si la situación permanece, pueden resultar osteoartritis y otros procesos degenerativos en las articulaciones – condiciones que sin ninguna duda conducen a una reducción de calidad de vida. Pero dejemos a un lado los móviles y volvamos a la silla y el sofá. Qué comodidad el no tener que moverse durante una buena parte del día, ¿verdad? La dura verdad es que cuando pasamos nuestra vida sentados por alguna razón la misma vida nos va quitando años.  

En 2008 se publicó una investigación diciendo que cada hora de televisión reduce la esperanza de vida en 21 minutos, en comparación, fumar un cigarrillo la reduce en 11 minutos. Expertos se muestran preocupados ante esta evolución y llegan a calificar la vida sedentaria casi como más peligroso que fumar.  

Médicos advierten de que permanecer dos horas sentado sin interrupción aumenta el riesgo de padecer una enfermedad coronaria, la diabetes, problemas de espalda, de cuello y otros problemas ortopédicos. La posición sentada típicamente con los hombros caídos hacia delante favorece la depresión y dificultades psicológicas ya que desemboca en una respiración superficial y al cansancio de la mente y la apatía.

Algo que sorprenderá a los que practican algún deporte o el yoga regularmente: Las investigaciones más recientes muestran que permanecer sentado durante horas no se puede tratar con unas horas de deporte o yoga a la semana. Sí es cierto que todo tipo de movimiento ayuda a limitar las consecuencias desastrosas del „sedentarismo“ sobre la salud, pero el cuerpo muestra la misma respuesta cuando luego se queda sentado durante horas: la disfunción. Y eso tiene su lógica: nuestro cuerpo es un sistema que busca funcionar con el mínimo gasto de energía posible guardando sus recursos para el momento en que se le exijan. Sentados en un sofá simplemente no es el momento para optimizar las funciones vitales, como por ejemplo la circulación sanguínea, el proceso digestivo, la renovación celular, la regulación de la glucemia o la quema de grasas. El cuerpo entiende que ahora toca descansar, desacelerar y bajar sus funciones vitales a un nivel mínimo – al menos cuando esta posición dura demasiado tiempo.

La solución: cambia de posición al menos dos veces por hora, levántate, estira, baila (¿y por qué no?), juega con tus niños o nietos que están locos por ver que al menos lo intentas, deja de sentir esa vergüenza por enseñar al mundo que vives. La misma vida te lo pagará con años. 

P.S. Mientras escribía este artículo interrumpí una vez para hacer unos ejercicios de Fascia Flow® Yoga en la silla, una segunda vez para prepararme un café y hacer unos ejercicios de pie mientras esperaba, y una tercera vez para desperezarme y realizar movimientos espontáneos. Las cosas son sencillas. Si este artículo te ha inspirado a moverte más, me encantaría que me contases. 😊


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